Las mujeres, sin importar edad o condición socioeconómica, enfrentan violencia a través de palabras, acciones, objetos y creencias. En muchas sociedades, esta violencia es normalizada e impune, dejando a las mujeres desprotegidas.
Violencia física: Actos de agresión directa que dañan físicamente a la víctima, desde heridas menores hasta fracturas.
Violencia emocional y psicológica: Humillación y subestimación de la víctima, ya sea mediante insultos directos o desvalorización pasiva.
Violencia sexual: Coacción o forzamiento para realizar actividades sexuales en contra de la voluntad de la víctima.
Violencia económica: Control de los recursos financieros de la mujer, obligándola a depender económicamente del hombre.
Violencia digital y ciberacoso: Ofensas, amenazas y hostigamiento en espacios virtuales, afectando la privacidad y seguridad de las mujeres.
Otras formas de violencia
Cultura de la violación: Normalización de la violación, culpando a las víctimas y minimizando la gravedad del acto.
Revictimización: Daños adicionales sufridos durante el proceso de reparación de la violencia inicial.
Marcar de por vida: Ataques con ácido, fuego o sustancias químicas que dejan marcas permanentes y causan dolor y sufrimiento.
Violencia vicaria: Daño intencional a los hijos de una mujer para afectarla emocionalmente, incluyendo maltrato físico y psicológico.